Pequeño preambulo acerca de como entibiar las emociones latentes

Ahora soy de los ecos que retumban en lo más recóndito del alma. Porque de haberlo sabido antes no hubiese necesitado de mortales, por la incomodidad que resulta cuando no la ilusión que generan, despiertes de conciencia.
Y ahora siento que vale la pena sacrificar un poco los minutos para entender de que se sirve las explicaciones para recomendar las acciones.
Cuando camino a paso apresurado, el viento parece desafiarme a que me entregue al desgano de la espera, que no es absurdo. Al fin y al cabo no todo puede ser inmediato. Pero si menos lo pienso, más se desdibuja eso que no quisiera contar como procedimiento de logro.
A saber, si los placeres fueran tortuosos, nos haríamos una vaga idea de lo que conllevaría, y el proceso sería sufrimiento.
Necesito un remedio para la paranoia supeditado a todo lo que agoniza dormido y a lo que no doy racimos de insolencia que necesito.
Hay personas que pueden lograrlo si solo si un espectro de voluntad se haga presente. Confirmado el paso y a gusto con los espectadores, me dispongo al servicio del entretenimiento.
El show acaba de comenzar.