¿Qué prisa interfiere a la duda?

Verte penetrar esa burbuja
Desglosando las palabras permitidas
Sabiendo de tu miedo a la falta de ridículo
Sintiendo dolor por ver aquello que genera en ellos tus suspiros.
Verte caer a desmedida desperación de ayuda
Considerándolo mi cielo con señales encendidas.

Prometidas causas de una noche de silencio
Corazones deliberan cuanta es la miel por sangrar
Más no podré sino ver como es que sufre.
Más no podré ver como oye cuando habla y si se escucha.
Pero saber que primero ser, que ver piedras por esquivar
y reconocer que sentir que llegar vale tanto como soñar despegar
es parte del azar que apresura los pasos de cualquier mozo
cuando no el sol y tu sombra contaran cuantas horas nos quedan por ocupar.

Que más vale un viaje que impetudes todas juntas
Que por valorar las alegrías es que nos sentimos tristes.
Al borde la angustia hallamos la inconciencia
Y nos creemos merecemos ser espías por impaciencia
Más no vale una pizca lo que crean que consideran para nosotros
Pues dar a creer que nos quieren da lo mismo que nunca nos hayan querido.

Soportaremos el mundo por lo que nos previene
Sujetos a una verdad nunca demasiado penitente
Que nos aleja de la respuesta, por merecer el respeto del silencio
Nunca sugiere, pero anima con el canto de aquello que nos inspira
Nos eleva para mostrar de que esta hecho de hecho
Y tramita los costos para dejarnos caer ante ellos.